A vos no hay bondi que te deje bien parado
"Apenas entré en él, me encontré con un mundo repleto de caras nuevas y desconocidas. Caras desorientadas, algunas ariscas, alarmadas, cansadas, desconcertadas, ancianas o puras. Algunas estaban inmersas en su propio mundo bajo sus propios ritmos, otras apenas pestañaban y me causaban mucha impresión. Todas parecían ansiosas. Las del costado miraban como iba quedando todo por detrás a través de un cristal. Otros clavaban la mirada en algún punto fijo. Cuando dos miradas se cruzaban pasaba lo peor, algo estallaba, y rapidamente, ambas miradas incómodamente miraban hacia otro punto al azar. El cruce de miradas estaba prohibido en este lugar. Alguien lo había vetado hacía mucho tiempo por considerarlo provocativo. Cada cara venía acompañada de señas particulares que la distinguían o le daban más sentidos. Había algunas muy serias inmersas en ropa formal, otras más inocentes bañadas en guardapolvos blancos. El silencio era total, solo se escuchaba el ruido ajeno a este ambiente, el que entraba desde afuera, el quilombo diario. Los autos atascados, las pilas de colectivos uno sobre el otro, los camiones que chocaban en cada esquina, los ejércitos de gente que iban cada uno en su dirección. Todos apurados!! ¿A dónde irán me preguntaba? Pero adentro en este mundo, todo silencio. Por ahí alguno que otro estornudaba. Algún que otro bostezo. Al final un ringtone irrumpió en el ambiente y todos miraron."
El siguiente extracto fue sacado del libro
“El ecosistema bondi” de la autoría de mi gran amigo
Sr. Piriponel Perro Loco Tres Dedos, uno de los más destacados escritores del staff
Firibule.
Priponel fascinado por todo lo que significaba en su vida el bondi, hizo un libro donde propone diversos puntos de vistas con el objetivo de abordar el tema desde un lado mucho más filosófico y social. La verdad lo recomiendo leer, lamentablemente no está a la venta todavía, ni creo que lo este nunca, porque bueno, el libro es tan ficticio como el staff de Firibule (no!! Como vas a decir que el Staff es ficticio). Pero es buenísimo y se los recomiendo igual.
Así que ahora que ya tenemos un hermoso texto introductorio puedo empezar a hacer una crítica personal de lo que significa el colectivo y todo lo que circunfunda (supongamos que circunfunda significa lo mismo que circunda) !!!
Tema: “El bondi”
El bondi (
palabra que viene del latín ¿?) es claramente un mundo con
sus propias reglas (las reglas están hechas para romperse, y también vienen fabricadas de un plástico más choto últimamente). Un mundo repleto de caras con sus propios sonidos, calor, aromas, etc... Dije aroma porque la palabra olor me perturbaba un poco y más hablando del bondi.
El ritual comienza en la
parada. Si es invierno maldiciendo a todo lo que se mueve en la tierra, y pensando por qué por más abrigo que nos pongamos se nos
escarchan los dedos del pie igual.
El pintoresco movimiento del brazo para frenar el ómnibus es parte de un folclore que ya lleva años. Al igual que una gacela en celos, uno extiende su brazo lo más lejos posible en un movimiento de danza tan provocativo, que los escritores más osados se negarían a describir.
Ni bien el transporte urbano
frena nosotros nos subimos al
omnibus, colectivo, bus, bondi, guagua, microbus, minibus (busque un montón de formas de decirle en
google, soy un tipo
re intelegente que sabe usar re bien la computadora jeje). Bueno volvamos, con un pequeño retroback porque ya se perdió la idea: Apenás nos subimos al colectivo nos encontramos con el
chofer obviamente, es lo primero que se ve. Si somos cordiales y educados lo saludamos. Luego de todo el proceso cordial
(o no), pagamos el boleto al señor colectivero, a la máquina o a lo que carajo sea.
Dándole uso a nuestras dos o tres neuronas
Aquí viene la parte más interesante del asuntico (c
omo dice mi querido primo hermano Arjona Richard). Ni bien recibimos el boleto, nuestro cerebro se calibra y nuestras neuronas comienzan a moverse a velocidades inimaginables, comenzando un proceso
de elección de estrategia a seguir de lo más complejo. Tan complejo que por más que se los explique no lo entenderían, igual voy a tratar de resumírselos en su lenguaje vulgar porque soy un copado
(y un bardero). Este análisis es procesado tan velozmente que nos resulta imperceptible. Sin darnos cuenta hacemos carburar la cabecita a su mayor potencial
(ya era hora, diría mi tío Lolo), es por esta razón que si estamos medios dormidos, el análisis puede fallar y prepárense para las consecuencias. Por eso es importante estar bien y tomar café La Mañanita (me pagan por esto che!!)
¿¿PERO DE QUÉ "CARAJO" SE TRATA ESTE ANÁLISIS???!!!
El análisis del que les hablo consiste en
analizar (perdón la
redundancia, pero no pienso buscar sinónimos) la situación del colectivo. Tal cual lo haría un ajedrecista al mirar el tablero o al igual que un sapo concentrado en la mosca que está a punto de cazar con su lengua mega elástica, debemos pensar muy bien nuestra jugada y pensar nuestra mejor jugada (como un jugador de poker ¿? o como Verón jugando al poker).
Estrategias a seguir!!
Hay que mirar la cantidad de gente, asientos libres, espacios no ocupados, si está lleno de gente parada, preferencias (no
sexual - ventana o pasillo), juzgar personas (suena lamentable pero la gente esquiva a ciertas personas por edad, facha, aliento, olor a mandarina, etc) y así tomar una decisión rápida para conocer la estrategia ganadora y sentarnos en la mejor ubicación disponible.
Claramente si uno de los asientos individuales está libre, el sujeto se sienta ahí sin dudarlo ni dos segundos. Pero si el asiento libre es uno doble, depende del acompañante que le va a tocar decide si sentarse o no. Sentarse en el fondo es una alternativa de pocos. Estás son únicamente para gente que acostumbra y le gusta viajar en el fondo, o grupos de amigos extensos. El resto en general lo esquiva. Te tiene que gustar de verdad
“el fondo” para sentarte en la parte trasera del colectivo, es más que nada para esa gente que le gusta lo popular, el chori y el vino!! Y vamos con los
bombo che!!
Profundizando en las estrategias a seguir
Supongamos ahora que se acaba de subir una
persona x al bondi. Lo más probable es que los asientos vacíos sean dobles, osea hay que viajar con alguien al lado. Ahora supongamos que en uno ya estoy
YO sentado. Si la que tiene que elegir el lugar es una
chica de mi edad, lo más probable es que se siente con otro de mayor edad, en cambio yo haría lo contrario. Esto se llama,
“la mujer evade al tipo porque seguro tiene un instinto prehistórico, y lo otro se llama el tipo acorrola a la mujer porque su instinto prehistórico así se lo dicta”.
Este fenómeno se llama
polaridad ambigua. Fah que nombrecito!! La
polaridad ambigua consiste en que el hombre se atrae a la mujer pero la minita no se atrae al hombre en el bondi. Es como los imánes viste, pero con una pequeña
ambigüedad, de ahí viene lo de
“polaridad ambigua”. Lo de polar es por los imanes no por los osos polares. Si pensaste que era por los osos polares, estás en cualquiera y estas leyendo con muy poca seriedad mi investigación, teoría o lo que joraca sea.
Recién acabamos de ver entonces un ejemplo de que la toma de decisiones es subjetiva por sexo, género, cultura, etc. Los
ancianos no se por qué son los preferidos de la gente en general, la gente busca los ancianos, se sienta al lado de ellos, los considera pocos
hóstiles, y piensan que no habrá problemas. Hasta le seden los asientos en un buen gesto de yo soy joven y todavía puedo correr.
Después tenemos el
flaco que quiere escuchar cumbia al palo. A este le encanta el fondo. Así que como se sube llega rápidamente al fondo y te pone la
cumbia al palo. Lo que es notorio es que el flaco trae algunas cumbias que son realmente inéditas para todos. Pero esas cosas la gente no las valora. Cuando los
tipitos escuchando cumbia son más de uno, diversas tonalidades de cumbia llegan de todas partes del bondi formando una verdadera filarmónica de celulares y cumbia (
este chiste lo hice en un post de la temporada pasada, pero me parecía fundamental repetirlo).
Es acá cuando se nota claramente la intolerancia de la gente con otros de la comunidad del transporte público. En realidad tendrían que estar agradecidos de que alguien les quiera
musicalizar el ambiente pero al igual que la gente lo hace con el payaso que te vende los calendarios, y el guitarrista que te canta un tema de Litto Nebbia, la gente los repudia y ni los mira.. Supongo que pasando un claro mensaje de no me rompan las bolaingas que estoy re cansado y quiero llegar a casa. Claramente el cansancio aumenta la violencia irracional.
Saliendo del tema intolerancias porque se puso pesadito el tema y volviendo a las formas de elegir. No se por qué a mi siempre se me cumple la ley de
“la cincuentona”. Siempre que se me sienta alguien al lado es una mina de
50 años. No conozco las circunstancias, pero es fija.
Yo por tendencia me siento en donde hay lugar, me da todo lo mismo pero en general prefiero la juventud o un anciano de última y de última porque no la cincuentona. Pero preferentemente
las señoritas atractivas son mis preferidas ¿?
Curiosidades y síndromes locos
El bondi como todo en la vida, genera manías extrañas. Yo por ejemplo sufro el famoso
“síndrome del último pasajero”. Aclaro que este síndrome poco tiene que ver con programa de
alto riesgo en el que unos pichuelos se podía ir a Bariloche.
Supongo (
porque me encanta hacer suposiciones) que muchos no deben tener idea de que carajo les estoy hablando. Más que nada porque este síndrome no aparece en ningún libro, ni revista científica. Menos que menos se lo habla en la tele.
Cuando hay muchos espacios libres para sentarse a medida que se sube gente estos se van llenando. Pero el que está al lado del sujeto que sufre de este
síndrome antes mencionado
nunca es ocupado. Cuando finalmente se ocupan todos pero toditos y porque no le quedan alternativas alguien finalmente viene y se sienta
con cara de fastidio. Esto hace sentir al sujeto que dejan para el final como una escoria total del ecosistema bondi. Bueno no se si tanto, pero la cuestión es que este síndrome lo sufre mucha gente y puede acarrear graves
problemas psicológicos irreversibles en futuros no tan certeros.
El
“síndrome del último pasajero” se puede agravar cuando quedando únicamente el asiento al lado del sujeto libre, la gente decide quedarse parada en vez de sentarse con él. Algunos dirán mejor!! Voy más cómodo, más lugar para mi. Pero no!! la mayoría que sufre este síndrome no lo ve de esta manera, para esta gente es un hecho terrible, que lo convence de las sospechas que tiene de ser un excluído del sistema de buses y
induce al suicidio casi seguro,
abajo de las ruedas del bondi.
Cambiando de tema
Cambiando de tema todo esto mencionado anteriormente no es aplicable porque cuando uno se sube al
bondi realmente no hay
ni un más mínimo espacio de tanta pero tanta gente que hay y uno termina viajando haciendo
contorsionismo (
habilidad oculta del ser humano que todos la descubren en el colectivo), llegando a un punto en que ya no tiene puta idea de cual es su mochila, su pierna, su brazo, su chica, si está agarrado de algo (
epa!!) o si solo se mantiene estable y paradito porque lo sostiene una masa de gente. Sería algo así como jugar al twister pero con desconocidos y en una
lata con ruedas.
La primer lata con ruedas.
En verano esté
deporte de contacto se convierte en una cosa más turbia, donde entra en juego
el intercambio de sudor, la
falta de aire y otras cosas en las que realmente no voy a entrar en detalles y convierten al amigable transporte público en una especie de microondas, o horno a fuego lento o hormiga incinerada por una lupa. Elija el termino que más torturador le parezca.
En definitiva el
bondi en horas picos se convierte en una
lata de sardinas o camión de ganados (en ambos dos se viaja muy incómodo). Y el
bondi en horas pasadas de la noche se convierte en un
mito, nadie sabe realmente si va a pasar o si alguna vez pasó, pero las leyendas dirían que si.
Y el gesto cortés
En el colectivo, se ve mucho lo que podemos llamar el
“instinto salvaje del hombre” que sería algo similar a cuando uno tira un pedazo de carne en el medio de
perros hambrientos. Apenas se desocupa un asiento,
cientocincuenta y tres personas (las contó mi cienpies con sus cientocincuenta y tres patas) se abalanzan tratando de ocupar el espacio recientemente liberado.
Pero no todas son pálidas, también hay
rosas en el bondi. Porque siempre aparece el
héroe y acá hablamos de un
héroe mucho más humano que no usa capa, no tiene corcel y no lleva espada (creo que no, nunca me fije con tanto detalle). Hablamos de esa gente que le da el lugar al viejito, al que trae muchos bolsos, al que se lo ve mal, a la embarazada. Estos gestos se lo denominan humano cosa curiosa cuando en general el comportamiento humano es un poco distinto y más de la ley del más apto (sobre todo se ve en la gente que maneja, en las
colas, en el colectivo, etc.)!! Pero bueno se ve que bipolaridad está en más de un aspecto de la vida.
Así que para no alargar tanto y no sofocar, quiero
un colectivo que me lleve a todos lados!!
PD: que horror ese día que decimos hoy estoy re cansado no le voy a ceder el asiento a nadie, y ni bien pasa eso se suben 3 tipos en silla de rueda, 4 ciegos, 5 embarazadas, una madre con 500 hijos, un pulpo, un señor misterioso que nos pide el asiento, la presidenta de la nación, marila gorila, el staff de un blog de dudoda reputación, etc.
